El tantra es una de las técnicas budistas que más repercusión está teniendo en los últimos años en occidente, aunque cuenta con siglos de antigüedad en oriente, siendo muy conocida en países como China, India, Japón, entre otros. El tantrismo cuenta con métodos que hacen que puedas enfocar todos tus sentidos sobre una disciplina en particular, consiguiendo mejorar tu concentración, tu espiritualidad y claro está, tu sexualidad. A continuación te vamos a explicar como ser un auténtico maestro en el tantra y como formarte para ser el mejor.
¿Cómo formarte para ser un maestro tántrico?
Una de las premisas para ser experto en tantra es que puedas comprender realmente en qué consiste este dogma budista y que puedas interiorizar mucho mejor con todas y cada una de sus enseñanzas. Muchas personas piensan que el tantrismo es algo exclusivamente físico, un entrenamiento del cuerpo para que pueda llegar a sentir más placer en sus relaciones sexuales, sin embargo, cuando se habla de este término, se debe de saber que en todas y cada una de sus técnicas se incluye una parte física y otra parte espiritual, puesto que uniendo estos dos conceptos, sincronizándolos, se conseguirá que la experiencia se convierta en algo que jamás has imaginado experimentar.
Una práctica necesaria que se debe de realizar a la hora de practicar el tantra sexual es meditar. La mente suele estar activa en todo momento, recibiendo y procesando información, ya bien sea por medio de imágenes como también de pensamientos, los cuales, pueden estar presentes incluso cuando se realiza la práctica sexual, algo que hará que no termines de conectar con tu cuerpo y mucho menos con las sensaciones que este te está aportando. Por eso, la meditación tántrica es una de las técnicas que nos recomiendan los expertos de GerardRibo y que son parte esencial de sus cursos tántricos. Cuando la persona, ya bien sea hombre o mujer, es capaz de desconectar su mente de todos sus pensamientos y que solo se fije en sus sentimientos y sensaciones físicas, se logra disfrutar mucho más de los orgasmos.
¿Qué se debe aprender para formarse en el tantra?
Además de la anteriormente citada meditación tántrica, es necesario también conocer el propio cuerpo y el de la pareja, por eso se debe de promover el masaje tántrico. Aquí podemos encontrar varias versiones, la que se centra en el autoconocimiento, un punto muy importante a la hora de disfrutar plenamente de nuestras relaciones sexuales porque si no conocemos nuestro cuerpo, no podremos sentir correctamente cuando estemos con la otra persona. Por este motivo muchos de los masajes tántricos serán aprendidos para poder autosatisfacerse con el máximo placer posible.
Por otro lado, también se encuentra el masaje para parejas tántricas, fijándose tanto en el propio cuerpo como en el de la persona con la que estamos. Una de las enseñanzas que se recibe del tantra es que nuestra energía fluye por nuestro cuerpo, y las dos energías que forman la pareja deben de combinarse para que con dicha unión se pueda provocar una explosión de sensaciones que hagan llegar al clímax de una manera jamás antes conocida.
Cabe destacar que existen muchas técnicas tántricas diferentes y el conocimiento de todas y cada una de ellas es lo que te hará un auténtico maestro en el tantra. Entre estas técnicas podemos encontrar el masaje lingam que es aquel que consigue en el hombre que la energía de su cuerpo se concentre en un mismo punto para que pueda retenerlo en forma de placer durante mucho más tiempo. Muchas de las enseñanzas tántricas se centran en la consecución de un mayor placer en el sexo, sin embargo también es capaz de lograr que aquellos hombres que tienen ciertos problemas de carácter sexual, como bien puede ser la impotencia o la eyaculación precoz puedan ser sanados y sientan que son capaces de llevar mejor su vida sexual.
No todo está basado en los masajes dentro del tantra, puesto que también es posible practicar yoga sexual o hatha yoga, una modalidad en la que el cuerpo consigue equilibrar todas sus energías para que pueda fluir mejor las sensaciones por todo el organismo, teniendo una sensación de plenitud y de tranquilidad que hará que cada roce de la piel se convierta en una experiencia completamente nueva y muy excitante.